El uso inteligente de los dispositivos “inteligentes” – Planeta Sostenible

El uso inteligente de los dispositivos “inteligentes”

Hoy en día el uso de dispositivos móviles y herramientas de comunicación se ha extendido a nivel global. ¿Cómo aprovecharlos? ¿Se pueden usar en educación? A juicio de organismos como la UNESCO, la respuesta es “sí”. Y no solo eso, sino que también pueden contribuir a generar políticas educativas al alcance de más niños y niñas en el mundo.

Basta salir unos minutos a la calle, a una plaza o espacio público para notarlo. Los nuevos sistemas de comunicación “inteligentes” y multimediales son parte del cotidiano, especialmente en los centros urbanos. Ya sea en una calle de París, como en el aeropuerto de Tokio o a la salida de una escuela en Santiago de Chile, es posible observar a más de una persona conversando en su teléfono celular, revisando su correo a través de una tableta, un smartphone o un computador. Un escenario que incide directamente en la educación, especialmente de las nuevas generaciones, que desde pequeños se enfrentan a este enorme acceso a la información, donde pueden navegar libre y sencillamente. ¿Pero qué se está haciendo al respecto? ¿Estamos usando correctamente estos dispositivos para apoyar el aprendizaje?

Portada de uno de los documentos desarrollados por UNESCO, sobre aplicación de TICs en Educación.

Portada de uno de los documentos desarrollados por UNESCO, sobre aplicación de TICs en Educación.

Las llamadas Tecnologías de la Información y la Comunicación, o TIC, son ese conjunto de recursos necesarios para manipular la información. Desde computadores hasta programas informáticos, pasando por las redes necesarias para convertirla, almacenarla, administrarla, transmitirla y encontrarla.

Su crecimiento ha sido explosivo. Si hablamos solo de teléfonos móviles, hoy existen en el mundo más de 3.200 millones de usuarios registrados con estos equipos, lo que los convierte en la modalidad de TICs más utilizada en la Tierra. Se calcula incluso que para 2017, aproximadamente la mitad de la población de los países en desarrollo tendrá al menos una suscripción activa a un teléfono móvil (GSMA, 2012). Y tomando como referencia sólo el caso nacional, de acuerdo al último reporte de IDC entregado a principios de 2015, en 2014 en Chile se comercializaron 7,85 millones de unidades, posicionando al país por sobre Brasil, Argentina o México en el porcentaje de la población que accedió a un aparato en la primera parte del año (prácticamente uno de cada 10 chilenos compró un teléfono inteligente, ya sea para renovar el suyo, como regalo o una segunda alternativa).

A esto se suma el avance de otras tecnologías móviles como las tabletas, que están cambiando también el panorama de las TICs. Según las previsiones de los expertos del sector, en 2016 se venderán probablemente tantas tabletas de pantalla táctil como computadores portátiles, o incluso más (NPD, 2012). Es por esto que varios países, entre los que figuran Turquía y Tailandia, han anunciado ya ambiciosos planes para que se comiencen a utilizarlas en las escuelas.

Este rápido avance ha llamado la atención de entidades tan importantes como la Organización de las Naciones Unidas, o UNESCO, que ha desarrollado un plan completo enfocado al aprendizaje móvil y al uso de las TIC en educación. “Mientras que los proyectos de aprendizaje electrónico y por computadora se han visto limitados a lo largo de la historia por la necesidad de contar con equipos caros, frágiles, pesados y que es preciso mantener en condiciones muy controladas, los proyectos de aprendizaje móvil suelen partir del supuesto de que los educandos tienen acceso ininterrumpido y en su mayor parte no regulado a la tecnología”, plantea el organismo internacional en su página web, haciendo además un llamado a formular políticas orientadas a examinar y replantearse las posibilidades de las TICs en esta materia.

La aplicación de este tipo de equipos en el aprendizaje puede darse de diversas maneras, desde el acceso a recursos pedagógicos hasta la posibilidad de conectarse con otras personas o crear contenidos, tanto dentro como fuera del aula. Además, el aprendizaje móvil abarca también los esfuerzos por lograr metas educativas amplias, como la administración eficaz de los sistemas escolares y la mejora de la comunicación entre escuelas y familias.

Con esto de base, entre las ventajas que se han mencionado para el uso de TICs en educación se destaca:

1. Capacidad de aprender a hacer un buen uso de la tecnología.
2. Acceso a Internet en todo momento, aunque el establecimiento o la clase no cuente con acceso a la sala de computadores.
3. Uso de herramientas educativas tecnológicas.
4. Aumento de la motivación y participación.

Ahora bien, el tema también incluye una serie de desafíos, como por ejemplo hacer frente a lo que implica introducir tecnologías como los smartphones en la sala de clases, logrando que los estudiantes realicen las tareas planteadas sin desviar su atención. Se suman otros retos, como las diferencias de acceso a la tecnología, establecer un manual de normas de uso, evitar el uso inadecuado de estos dispositivos (ciberbullying o ciberacoso, sextorsion, publicaciones negativas sobre docentes en redes sociales, entre otros) y la falta de objetivos pedagógicos claros.

Este último punto es el más crucial, y donde organismos como la UNESCO y el Ministerio de Educación, en Chile, están haciendo hincapié. Porque a estas alturas está claro que los dispositivos móviles no son una moda pasajera, sino que en un mundo que depende cada vez más de la conectividad y del acceso a la información, las TICs llegaron para quedarse. Frente a esto, bien planteadas pueden ser una de las soluciones a los problemas que enfrenta el sector educativo, como el lograr un mayor acceso en todos los sectores sociales y territoriales.


En Chile

Imagen del proyecto "Tablet para Educación Inicial", de Enlaces.

Imagen del proyecto “Tablet para Educación Inicial”, de Enlaces.

En nuestro país el tema de la aplicación de TICs en la educación ha sido abordado de varias formas. En términos oficiales, un punto clave ocurrió en 1992, cuando se creó el programa Enlaces, del Ministerio de Educación, con el objetivo de constituir una red educacional nacional e incorporar las nuevas tecnologías de información y comunicación a la educación.

Además, en 2002 comenzó el programa TIC EDU de Fondef-CONICYT, con el objetivo de financiar proyectos de I+D enfocados a elevar la calidad de la educación mediante el desarrollo de productos o servicios TIC innovadores, orientados a mejorar los procesos de aprendizaje.

Al referirse a las Habilidades TIC para el aprendizaje (HTPA), Enlaces nombra en total 20 habilidades distribuidas en cuatro dimensiones: Información, comunicación y colaboración, convivencia digital y tecnología.


 

Más información en:
https://www.edutopia.org/pdfs/guides/edutopia-guia-aprendizaje-dispositivos-mobiles-espanol.pdf
http://www.unesco.org/new/es/unesco/themes/icts/m4ed/
http://www.enlaces.cl/
http://www.conicyt.cl/fondef/lineas-de-programa/programas-tematicos/tic-edu/

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